Ante la frecuente situación de no poder hacer frente a las deudas contraídas hay que tener muy claro cuáles deben ser los próximos pasos para, en primer lugar, no agravar la situación con nuevas deudas y, en segundo lugar, mejorar la situación a corto, medio y largo plazo.
En este artículo repasaremos las tres opciones más frecuentes.
En el caso de no poder hacer frente a las deudas existentes hay tres opciones fundamentales:
- Refinanciar las deudas.
- Renegociar las deudas.
- Cancelar las deudas.
Podemos ayudarle
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Contacte con nosotrosRefinanciación de deudas
La refinanciación de deudas supone solicitar nuevos préstamos para hacer frente al pago de las anteriores deudas.
En caso de optar por esta opción es muy necesario hacer un análisis concienzudo y pormenorizado de las condiciones y la situación a futuro, dado que una mala elección puede empeorar significativamente la situación a largo plazo.
Uno de los escenarios más interesantes es encontrar un crédito con unos intereses más bajos que alguno de los que actualmente están generando las deudas, de modo que al abaratar el crédito se puede ahorrar dinero en el pago de intereses.
Otro escenario interesante en el corto plazo, pero peligroso pensando en el futuro, es recurrir a nueva financiación para no entrar en mora con los próximos pagos de los préstamos existentes dado que, normalmente, los intereses remuneratorios del nuevo préstamo serán más económicos que los moratorios de los existentes.
También es habitual recurrir a la refinanciación para concentrar diferentes préstamos en un uno único, que habitualmente implica un menor tipo de interés.
No obstante, es importante tener en cuenta que la refinanciación de deudas no ayuda a eliminar deudas, simplemente retrasa su pago o intenta minimizar el pago de intereses.
Antes de optar por la refinanciación de deuda consulta con un profesional que te asesore para ver si esta opción es la más interesante para tu caso.
Renegociación de deudas
Otra opción muy habitual es renegociar con los acreedores de las deudas actuales para tratar de conseguir mejores condiciones.
A la hora de renegociar deudas se suele buscar una de estas opciones:
- Reducción de los intereses: si se reduce el tipo de interés, se acabará abaratando el precio de la financiación y mejorando la situación a medio y largo plazo. No obstante, esta opción no implica un aumento de liquidez en el corto plazo.
- Aumento de los plazos de pago: buscando dilatar el pago del préstamo, bien consiguiendo moratorias durante unos meses o bien aumentando los plazos para reducir los pagos a corto plazo. Esta opción permite aliviar en cierto modo el corto plazo pero hay que tener en cuenta que al prolongar el plazo de devolución acumularemos más intereses.
- Quita de deuda: por último, se puede buscar renegociar las condiciones para lograr una reducción en la deuda, dando el acreedor por perdido parte del dinero que te prestó.
Renegociar deudas suele ser más beneficioso que refinanciarlas, pero en todo caso es necesario contar con la aprobación del acreedor.
Nuevamente, contar con el asesoramiento de profesionales es indispensable para conseguir los mejores resultados a la hora de renegociar condiciones con entidades financieras y otros prestamistas. Tenga en cuenta que a cambio de renegociar tus deudas es muy probable que la otra parte incluya otro tipo de contraprestaciones, como el aumento de intereses o la dación en pago de inmuebles, que deben ser analizadas en detalle para valorar si son o no buenas opciones.
Cancelación de deudas
Y una tercera opción que sí que permite cancelar deudas en caso de no poder hacer frente a su pago es recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad.
Puede encontrar más información en nuestra guía: ¿En qué consiste la Ley de Segunda Oportunidad?
Esta opción es la más indicada cuando la situación es tal que no permite hacer frente al pago de una cantidad significativa de las deudas contraídas y ni la refinanciación ni la renegociación son opciones viables.
Hay que tener en cuenta que el objetivo de esta Ley no es simplemente eliminar deudas, si no buscar un equilibrio entre los derechos de cobro de los acreedores y la posibilidad de salir adelante tras una situación de insolvencia.
Su principal ventaja es que es la única fórmula legal para eliminar deudas, llegando en algunos casos a ser posible eliminar el 100% de las deudas.
Además, desde la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad de 2022 es posible elegir entre la cancelación total de las deudas con liquidación del patrimonio (es decir, ver canceladas todas las deudas a cambio de sacrificar la vivienda y el resto del patrimonio) o bien cancelación parcial salvando la vivienda con plan de pagos para las deudas restantes (en este caso a cambio de conservar la vivienda y cancelar parcialmente las deudas el juez establecerá un plan de pagos con cantidades asumibles que debe cumplir el deudor para las deudas restantes).
Si estás considerando la opción de acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, contacte con nosotros e infórmate sin compromiso. Somos abogados especialistas en Ley de Segunda Oportunidad y le ayudaremos a encontrar la situación más ventajosa para sus intereses.